Dr. Sergio Oquendo Heraud
Especilista en Derecho Financiero
Especilista en Derecho Financiero
Cualquier empresa peruana que esté analizando seriamente la posibilidad de ofrecer sus acciones en un mercado especializado debería mirar al AIM como una de las opciones más ventajosas.
Acaso por que el listado de acciones en la Bolsa de Valores de Lima (“BLV”) representa todavía una opción algo lejana para muchas empresas en el Perù, resulta más notorio que otras hayan tomado la decisión de explorar bolsas extranjeras, y hayan logrado, en algunos casos concretar significativos aportes de capital mediante la colocación de sus acciones en los mercados internacionales.
A tono con esta nueva tendencia, un mercado prácticamente inexplorado en el Perú pero que podría resultar muy atractivo para nuestras medianas y grandes empresas lo constituye el Alternative Invesment Market (“AIM”) de Londres.
Fundado en 1995 como un mercado alternativo al London Stock Exchange (LSE), el AIM se creó con la finalidad de atender las necesidades de capital de medianas empresas con potencial de crecimiento dentro de un marco regulatorio más flexible que el del mercado principal del LSE.
A diferencia del LSE, el AIM no ha establecido requerimientos mínimos del tamaño de la empresa, su historial, o su nivel de capitalización en el mercado. Asimismo, el procedimiento de listado en el AIM es relativamente sencillo vis-à-vis otros mercados, lo cual representa un claro incentivo para empresas debutantes en los mercados de valores.
Será por esto que luego de poco más de doce años de existencia, el AIM cuenta con más de 1,600 empresas listadas (y cerca del 20% de ellas extranjeras), de las cuales más de un tercio pertenece a los sectores minero, petrolífero y gasífero, sectores en los que el Perú o es ya actor importante o está demostrando renovado brío.
Las cifras muestran que el AIM se ha convertido en uno de los mercados de mayor crecimiento, habiendo logrado consolidarse a nivel mundial como el mercado por antonomasia para las medianas empresas con alto potencial de desarrollo y ávidas de levantar “pequeños” montos de capital de diferentes inversionistas institucionales.
Procedimientos sencillos en el contexto de una cultura menos reglamentaria que la de otros mercados internacionales parecen haber sido la clave del éxito del AIM. Y no vemos razón por la que la mediana empresa peruana no pueda gozar de él y de las ventajas que este mercado puede ofrecerles, a saber:
Acceso a un mercado líquido constituido por inversionistas sofisticados en una de las plazas financieras más prestigiosas del mundo moderno (Londres), lo cual resulta sin duda muy “sexy” para cualquier empresa.
Posibilidad de satisfacer necesidades bajas de capital (a partir de US$ 2 millones).
Proceso de listado sencillo y amigable, con la asesoría especializada de un Nominated Adviser (NOMAD), que es una empresa financiera que juega un papel crucial en el éxito del ingreso de nuevas empresas en el AIM y en su posterior supervisión.
Posibilidad de realizar un listado dual en la BVL, listando las acciones localmente como “valores extranjeros” (mediante un procedimiento relativamente sencillo también).
Por las consideraciones señaladas, estamos convencidos de que cualquier empresa peruana que esté analizando seriamente la posibilidad de ofrecer sus acciones en un mercado especializado debería mirar al AIM como una de las opciones más ventajosas. De hecho conocemos muy de cerca un precedente exitoso de una empresas que si bien no es domiciliada en el Perú, tiene la mayoría de sus inversiones en el Perú, y que ha estrenado la ruta del AIM. ¿Quién se anima a continuar la saga?
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